EL FIN DE EL CUBO AMALGAMICO

Durante mucho tiempo fue preparando su reinado. Lentamente, fusionandose el viejo fanzine El Cubo con el extinto Amalgama Estudio, ese local donde jugamos a ser profesionales del medio. Y siguió, lentamente, entre sombras, perpetrando. Nuevos tiempos vinieron, tiempos donde la tecnología imperaba sobre el medio impreso y El Cubo Amalgamico dio su salto a la red, siendo el blog referencial de todo lo cúbico, ensombreciendo incluso para su sorpresa, a predecesores de muchísima mayor trayectoria tales como Ediciones Cubicas. Nadie se lo tomó a mal, nadie sospechó y así continuó. Otro paso más y se convirtió en modus operandi conceptual, una fórmula icónica bajo la que difundir la creatividad cúbica. Nadie dijo nada. Quedaba poco, siendo fanzine, icono y blog dio el golpe de estado definitivo convirtiéndose en manifiesto, sello editor, firma de autor y ente central de todo lo cúbico. El equilibrio cúbico, la equidad universal tuvo que, por fin, tomar cartas en el asunto y así, sin avisos, sin largas guerras, sin bajas de ningún bando, El Cubo Amalgamico fue fugazmente exterminado, borrado, como si nunca hubiera existido. Los resquicios cúbicos pasados, presentes y futuros despertaron de la dictadura asumida como normal. El Universo Cúbico renacio como lugar de referencia, de unión para todo lo cúbico y no cúbico y bajo su estandarte todos aceptaron una convivencia donde se conjugara el pasado, el presente y el futuro, donde ninguna fuerza dominará a otra, donde la unión de pequeños proyectos, lugares, publicaciones y personajes formarán la grandiosidad del todo común, donde lo creado no fuera nunca más borrado independientemente de que fructificase o no. ¡Salve Universo Cúbico!